Mil formas de estrellarme.

Esta noche alguien me comentó que las células de Schwann protegen los axones de las neuronas, que se encargan de que la información que uno recibe, llegue al cerebro. Su ejemplo fue muy simple: "Cuando te estás quemando la mano con la plancha, y no la sacas es porque no sentís nada porque las células de Schwann están en huelga y no protegen los axones; y se rompen y cagaste fuego eh? Bah, cagó tu mano y no podés laburar más haciendo dibujitos y esas cositas".

Fue genial. Y al instante, mi cabeza lo transportó todo hacia otro lado.

¿No es acaso el amor nuestra célula de Schwann gigante que nos protege de todo? Cuando tus viejos te cuidan, con ese amor tan particular, tu hermano. Tus amigos, pfff tus amigos que se desviven porque toda la información te llegue correctamente al medio de la cabeza de nabo total que tenés.

Y después está ese otro amor, de cuando estás enamorado, hasta la manija, que ponés carita de pelotudo cuando te llegan mensajitos o cuando ves a esa persona, que te sentís un taradito total. Y por dentro pensas "Que clase de idiota soy que soy lo suficientemente valiente para salir con esta cara de mamerto a la calle?", y mientras repetís esto en tu cabeza (y a veces en voz alta porque te llega más la info), te sentís tan bien, tan protegido.

Estás recubierto de pequeñitas células de Schwann, con una mínima diferencia. La información no te llega al cerebro directamente, se desvía por todos lados, causándote cosquillas extraordinarias por cada ínfima parte del cuerpo. Y ahí recién llega al cerebro, no sin antes pasar por el corazón y descargar la corriente allí.

Si, todos los días se aprende algo nuevo. Como ella dijo: "Estudie biología humana que aunque a usted no le parezca, tenemos una máquina en el cuerpo fas-ci-nan-te!; no se puede perder de aprender lo divertido que es el sistema nervioso central".

No lo dudo. Sin embargo, lo que claramente jamás me quiero perder es el maravilloso funcionamiento del órgano principal del sistema circulatorio. Que como este último confirma, hace rondar por todas nuestros pequeños rincones, la sensación más hermosa de todas.