Mi barrio del corazón queda en La Pampa. Allí cada mañana, el sol sale muy temprano y se inmiscuye por los pequeños espacios que quedan abiertos en mi persiana. Poco a poco, el sonido del jardinero que trabaja en la casa de enfrente, llega a mis oídos y me despierta. Andrés, mi hermano, está preparando un rico asado de Domingo, y charla con Enrique, nuestro vecino. Inmediatamente, mamá levanta la ropa del tendal porque sino quedará con olor a humo.
Por las calles, no hay más que tranquilidad. Pocos automóviles interrumpen el ruido de la cortadora de césped del señor Guzmán. Lo que si irrumpe en la pasividad de todos los oídos del vecindario es la aguda voz de Cielo, que le llama la atención a su hijo Tomás para que juegue sobre la vereda.
En mi barrio se escuchan los pajaritos, los grillos, el aleteo de las mariposas y el ladrido de los perros. Mi barrio tiene su propia música.
1 comentario:
Vamos a vivir juntas a tu barrio
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