Estamos sentadas mirandonos fijamente. De repente, sonreís. Me pregunto en que pensas. Estamos jugando a no decir ni una palabra. A observarnos, a descubrirnos un poco mas. Buscando las lagrimas que no salen, oyendo el llanto desparramado la noche anterior. Nunca tuvimos una pelea tan fuerte, angel. Y jamas nos sentimos tan fuertes despues de reconciliarnos.
Recuerdo como sujetabas mi cabello, y besabas mi cuello sin parar, excitandome con el rasguño de tus uñas en mi espalda. Tus dientes poseian mi carne, no me dejabas ir.
Tus manos atadas al respaldar de la cama, tu preciosidad cubierta de mi boca, y mis manos amandote, hasta lastimarse una vez mas. Llenas de tu orgasmo.
Esa fue la sonrisa. Y no tuviste que decirlo. Solo mostraste tu placer en ella, y te descubri.
Piedra libre, miamor. Sigamos jugando; esta vez te toca contar a ti.
Recuerdo como sujetabas mi cabello, y besabas mi cuello sin parar, excitandome con el rasguño de tus uñas en mi espalda. Tus dientes poseian mi carne, no me dejabas ir.
Tus manos atadas al respaldar de la cama, tu preciosidad cubierta de mi boca, y mis manos amandote, hasta lastimarse una vez mas. Llenas de tu orgasmo.
Esa fue la sonrisa. Y no tuviste que decirlo. Solo mostraste tu placer en ella, y te descubri.
Piedra libre, miamor. Sigamos jugando; esta vez te toca contar a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario