Un Miércoles, la lluvia y Tori Amos. Yo pensando en vos, y no estás. Los agudos se mezclan con el sonido de los autos que pasan. Que doloroso será esto que no distingo entre los dos. Te busqué entre miradas todo el día, y no pude encontrarte. Estabas tan cerca, pero al mismo tiempo no. Quizás sea que ya no estás, pero mentiría si dijera que no muero por abrazarte otra vez.
Y hace mucho que no lloro, y está todo acá adentro. Listo para estallar. Soy una nube esperando el choque. Y quería que vos fueras mi otra nube que golpeara en mi interior para explotar. Hoy no estás, y el viento ya es más frío.
Deberé abrigarme y salir. Calzar mis pies con botas de agua, y combatir las goteras. ¿Me buscarás mañana? Temo ser nube de otro paisaje. Porque a veces tu aridez no sana. Y poco a poco ella me lastima a mi. Y seca lágrimas de alegría para dejar proyectiles de pesar. Esperando el impacto para librarse. Ellas aguardan colapsar.
Ya de a poco la dulce voz que me acompaña y el ruido de los automóviles comienzan a diferenciarse. Respiro hondo y trazo una línea.
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