Y así es como comienza Diciembre. Empieza confiando en las personas. Notás como podés confiar en quién jamás pensaste que ibas a estar confiando, o crees en alguien que te inspira algo diferente. Arranca de la manera más extraña que podría haber arrancado. Primero fue risa, alegría. Luego fue más risa aún. Y sonrisas, sonrisas por doquier. Somnolencia. Sentirse desconcertado. Miedo, y finalmente llegar al punto en que distenderse tanto y sentirse a salvo, invita a las lágrimas a salir.
Ya está, estamos bien. Vos, mi alma y yo.
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