Oleadas de miedo y sin razón, se pone violento el corazón. Escenas de vértigo y de terror. Sudor frío que te invade y saber después que la muerte esté a tu espalda. Tratando de despertar de una realidad dormida, es un mal sueño, es un complot de los sentidos. Paralizado sin poder mover ni siquiera los pies, ya no te corre ni la sangre. Se hace visible el pánico. Es como mirar el miedo desde adentro, a los ojos. Y tu ser provoca tanto odio, como odias todo.
domingo, julio 11
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