Vuelvo a la realidad y tu recuerdo me recibe intacto. Como una montaña de carcajadas. Como las horas tempranas de la mañana esperan al sol para comenzar con lo nuevo. Te espero en mis rodillas flexionadas para poder brincar alto. Te espero en mis puños cerrados y ágiles para defenderme de lo que vendrá. Te espero con mi órgano más carnal y con el más emotivo. Te aguardo celosa de los que te verán pasar caminando a mi encuentro. Te aguardo aquí, poblada de besos para dar y con orgasmos por gemir.
miércoles, junio 23
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